A tres años del histórico triunfo del pueblo de México sobre el neoliberalismo de derecha, nuestro país sigue en pie, trabajando en la construcción de una transformación revolucionaria, basada en los principios de austeridad para el gobierno, apoyo para los más pobres, honestidad, igualdad y justicia.
Ahora, las y los oaxaqueños tendremos la responsabilidad de continuar con el gran trabajo por nuestra tierra, el fomento a las pequeñas y medianas empresas, la economía domestica, las construcciones de los caminos con base en la comunalidad, el rescate al campo y los apoyos a quienes más lo necesitan, serán nuestra herencia.
